¡Que Madre!

En realidad creo que siempre he sido toda una señora :p

Verán, yo tengo más afinidad a reunirme más con grupos de mujeres que con grupos de hombres. Llegar a una casa y que me digan: "vaya a la sala, allá están los hombres viendo el partido"  es para mí poco más a que me digan: quédese ahí donde está mirando a la pared. 

Y es que siempre he encontrado los grupos de mujeres mucho mas entretenidos.

Realmente hablan de cosas que pasan en sus vidas, sus familias, sus historias, ellas vasilan, cuentan chistes, chismes, hablan de emociones, de proyectos, de ideas, de manualidades, ¡de comida! O sea... un universo entero es abarcado cada vez que las mujeres se reúnen. Y si hablamos de las madres, bueno, ahí el universo toma color. 

Cuando pienso en celebrar el día de la madre, pienso en celebrar a todas y todos quienes llevan en sí un instinto materno adentro, sean madres o no. Se trata de reconocer el esfuerzo a quienes se preocupan por proteger a una familia, a quien le toca cuidar a sus hermanos en ausencia de la madre biológica, a los padres solteros, a las tías que ven a los sobrinos como sus propios hijos, a las abuelas que aún habiendo ya jugado su partido, se van a tiempos extra para cuidar nietos. Es el instinto protector, el deseo de sacar la familia adelante y aguantar lo que haya que aguantar en pro de una causa. Endeudarse, garantizar los estudios de los hijos aunque haya que trabajar doble o triple, desvelarse haciendo tareas escolares, pelearse, ser criticadas, dejar de ser amadas, dejar de lado los lujos, sacrificar relaciones de pareja, migrar, en fin, formas hay muchas y razones para celebrar hay miles. Y por eso brindo el día de hoy. 

De mi mama en particular solo puedo decir que es quien me hizo, no sólo al nacer sino quien me formó y me sigue formando hoy en día. El carácter alegre y asertivo de doña Marilú se impregnó en mi ADN y muchas veces al día me paso preguntando como manejaría ella esta o aquella situación. Ella es mi punto de referencia, mi ejemplo y mi espejo. La persona que más admiro en este mundo. En verdad una joya para compartir y quien no la conozca debería venir conmigo un día de estos a Grecia. Por Dios, ¡ella es quien me enseñó a hacer tortillas! Gratitud es una palabra que se queda corta.

Felicidades a todas las personas que celebran y practican el instinto materno de protección. El futuro del mundo reside en preservar este instinto y preocuparnos por los demás. Un abrazo para mi mamá, mis tías, las mamás de mis amigos, mis amigas mamas, y las mamás que ya no están entre nosotros pero que viven dentro de nuestro pecho. Salud!